viernes, 23 de mayo de 2008

Latino Reggae Fest 2008

La noche del pasado 10 de mayo se llevó a cabo la 5ta edición del Latino Reggae Fest, Latinoamérica por una vida mejor, en el cual alternaron las tres bandas más sobresalientes de reggae en español: Gondwana, Los Cafres y Cultura Profética.
Desde hace algunos años, en la ciudad se han venido realizando este tipo de conciertos en los que se conglomera a los mejores exponentes de la música reggae en el mundo, la cual ha tomado bastante fuerza entre la juventud tijuanense, resultando espectáculos llenos, incremento en la compra de discografía e influencia para la iniciación y continuación de bandas locales.
Durante la víspera al concierto, se vio en las afueras de El Foro largas colas para conseguir boletos y al llegar la hora, estas mismas filas se distribuyeron ya en el interior del lugar hasta abarrotarlo. La gente no tuvo que esperar mucho, ya que momentos después Yumanos saltó al escenario e inauguraron el Festival. Comandado por su vocalista Alfonso, Yumanos es uno de los grupos más sólidos en la escena local y también los organizadores en Tijuana de este evento, que viene dándole la vuelta al continente, entre Colombia, Puerto Rico, México y otros países hispanos. Alfonso remarca el crecimiento del reggae en la ciudad y comenta que su agrupación quiere dejarle a la gente “… música de protesta, de lucha, de amor, de paz, que los lleve a tomar un poco de conciencia sobre lo bueno y malo que pasa en el mundo”. Esta noche y trabajando su nuevo material, Yumanos grabó el video en vivo de la canción Africa, acompañado de Gondwana y Pablo Molina (vocalista de Big Mountain).
Desde que Gondwana empezó a tocar, fue cuestión de instantes para que la gente empezara a corear cada una de sus canciones y se dejara llevar por la buena música que siempre ha producido el grupo chileno, a través de más de dos décadas. Música que Maxi Vargas (el nuevo vocalista) interpretó con tanta energía y buena vibra que el público lo palpaba en el aire. El repertorio transitó entre las ya conocidas Felicidad, Changa Langa, Guerra, Armonía de Amor, la ovacionada Sentimiento Original, entre otras, y del nuevo disco Resiliente, K-in y Aire de Jah. Comenta el bajista I-Locks, uno de los integrantes más antiguos del grupo “Lo que queremos transmitirle al público hispanoamericano es principalmente música, que ya es harto. Hacer música no es fácil, cuesta bastante. Nos hemos dedicado por muchos años a difundir el estilo de música reggae, y el género reggae lleva consigo un mensaje unificador, un mensaje de paz, de buena vibra, entonces, nosotros mezclamos ese mensaje con la música, para volverla más poderosa y que llegue a la gente”. Y sobre el resultado de este propósito, Maxi Vargas dijo “Todas las noches de estrellas hay alguna que brilla. Nosotros pensamos que entre todas las personas a las que les cantamos, en alguna se puede provocar un efecto, no digo que seamos profetas, somos personas comunes y corrientes que ponemos nuestras creencias y vivencias en las canciones”. A este comentario I-Locks complementa “Si se trata de hacer un cambio en si mismo, ese cambio desde ya empieza a generar un cambio en la gente que está contigo, tu familia, tus amigos, como un efecto dominó, es un trabajo que tenemos que empezar por nosotros mismos.”
Los Cafres , siguiendo la buena estela dejada por Gondwana, sacudieron nuevamente a la gente, que disfrutaron entre el baile, el carisma y la energía ya clásica de Guillermo Bonetto (vocalista) las canciones que el grupo interpretó para los asistentes. Tus ojos, Sueña por el hoy, Hormiga, El Romano, Aire, fueron algunas de la noche. Hicieron muestra también de su último trabajo discográfico Barrilete/Hombre simple, salido a luz el año pasado, que cuenta con dos discos puestos en el mercado por separado y que hasta el momento es su séptima producción.
Cuando Cultura Profética subió al escenario el público siguió al pie del cañón. Poco a poco se dejaron envolver por la voz armoniosa de Willy Rodríguez, el cual se veía entero a diferencia de su presentación en la ciudad en febrero pasado. Sorpresas le dio la agrupación a los asistentes, ya que después de interpretar canciones como Momentos de ocio I e Inspiración, invitaron al hip-hopero puertorriqueño Tek Uno para compartirle el micrófono e improvisara frases que hicieron saltar a la gente con arrojo y aplausos, todo esto mientras el grupo interpretaba Nadie se atreve. Y así continuaron los regalos, ya que cuando sonaba Ritmo que pesa, Guillermo Bonetto saltó al foro e interpreto algunas frases de la canción en la que colaboró desde su realización en el estudio. La noche siguió con It´s this love, Canción despojo y una versión acústica-melódica de Ideas nuevas. Este grupo es uno de los consentidos del público tijuanense, ya que se los han sabido ganar con su buena música y con los buenos espectáculos que vienen realizando desde su primera visita hace ya más de cinco años. Comenta Kiani Medina, corista del grupo sobre sus visitas a Tijuana: “Nos sentimos muy contentos estando aquí, siempre nos quedamos en el mismo hotel, ya sabemos de lugares donde hay comida de casa, ¡Nos sentimos como si estuviésemos en casa! La gente nos responde muy chévere, de verdad que nos gusta mucho venir. Es increíble como nos responden. Las últimas veces que vinimos empezamos a tocar a las 3, 4 de la mañana y ellos estaban ahí, esperando. La verdad eso dice mucho, que la gente quiere oir, que le gusta la música y eso se agradece bastante”.
Ya casi llegadas las tres de la madrugada, Cultura Profética de improviso dejó de tocar, después que les llegara un aviso. La gente, muy desconcertada no sabía si era broma o se hablaba en serio, hasta que Alfonso, en palabras casi ilegibles se disculpó. Lo mismo hicieron Willy y Boris (percusiones), los cuales dieron las gracias por el apoyo y el cariño, despidiéndose y prometiendo regresar pronto.
Los grupos invitados dieron uno de los mejores espectáculos del año, quedando como marca negativa únicamente algunas facetas de la organización: la ya mencionada interrupción del concierto, la mala coordinación y el exceso de fans y “colaboradores” en camerinos ( lo cual entorpeció el trabajo de los compañeros periodistas y el nuestro), así como importantes problemas de audio, ya que en gradas, el sonido de micrófonos-voz era casi totalmente opacado por la música. Algo que se solucionó hasta que Bonetto insistentemente solicitó subir el volumen.
Esperemos, para bien de la música, los artistas y el público, crezca el compromiso de los organizadores para tener un mucho mejor desempeño y nada opaque la fiesta que conlleva la reunión de tanta gente.